Desde hace muchos meses, venimos desarrollando esta sección dedicada a la problemática concreta y específica de la mediumnidad. Es hora ya de que realicemos una breve síntesis de todo lo expuesto hasta la fecha; resaltando todo aquello que siempre ha de quedar en la mente y conducta del médium para el buen desarrollo de su facultad.
Durante este mes y el próximo explicaremos de forma breve aquellos conceptos ya mencionados anteriormente pero que a nuestro entender son básicos para el buen desenvolvimiento de cualquier facultad espiritual; con ello daremos por finalizada esta sección, deseando haya servido para conocimiento e instrucción de todos aquellos que, teniendo una facultad espiritual, desean alcanzar el conocimiento necesario para ejercerla con dignidad y en provecho de sus semejantes.
Conceptos tales como: ¿qué es un médium?, ¿para qué sirve?, ¿cuál es el sentido de la mediumnidad?, ¿qué responsabilidad tiene un médium?, ¿hay diversos tipos de mediumnidad?, ¿qué grado de veracidad me ofrecen las comunicaciones mediúmnicas?, ¿cómo se clasifican los médiums?, ¿es conveniente la instrucción del médium?, ¿qué peligros encierra la mediumnidad?, etc…, han sido debidamente expuestos y aclarados.
No obstante, es seguro que alguna que otra pregunta ha podido quedarse en el tintero; para ello, si algún lector así lo desea le rogamos no dude en escribirnos y muy gustosamente contestaremos por carta aquellas dudas que hayan podido suscitarse a raíz de todos estos artículos.
Una de las más importantes cuestiones que hemos pretendido al realizar esta sección, ha sido la de aclarar aquellos conceptos que por falta de información, ignorancia o falsas interpretaciones han hecho de la mediumnidad un tema tabú en nuestra sociedad española. Es lamentable que, el descrédito derivado por comportamientos fanáticos e ignorantes de algunas mediumnidades, logre implantar una opinión social negativa de la mediumnidad.
Trístemente, hemos de combatir estas falsedades y mistificaciones de algunos médiums, cuyos comportamientos han originado un rechazo social hacia el médium y por ende, debido a la ignorancia existente, hacia el espiritismo, que es la única filosofía que explica con claridad sus causas y consecuencias.
Todavía hoy, comenzando el siglo XXI; cuando hace ya más de siglo y medio de la aparición del espiritismo, la sociedad europea, y más concretamente la española, confunde y entremezcla conceptos tan dispares como mediumnidad y espiritismo. Nuestro trabajo ha ido dirigido a aclarar qué es cada cosa y para qué sirve; de esta forma hemos pretendido colocar todo en su sitio; y, si bien la mediumnidad no es más que un instrumento para conseguir un mayor progreso espiritual ayudando al prójimo, el espiritismo es toda una filosofía con un cuerpo doctrinario libre, ecléptico, amplio, con moral evangélica, con razonamientos científicos y con esperanzas renovadas para la redención humana.
Si a lo largo de todos los artículos realizados hemos sabido diferenciar ambos aspectos, habremos conseguido uno de nuestros objetivos; pues, no debemos olvidar que, en los tiempos que vivimos, la carencia de conocimientos espirituales que resistan el análisis del razonamiento más exigente son muchos, y el espiritismo posee la virtud de la que carecen otras filosofías: resiste con entereza el análisis racional, supera las barreras provocadas por los dogmatismos y los ritos religiosos, se sitúa por encima de las doctrinas científicas dedicadas al estudio del comportamiento del hombre, pues analiza a éste no sólo en su comportamiento emocional o psicológico sino también en el espiritual.
La carencia de valores humanos producida por diversas circunstancias; el retraso moral y evolutivo que vive nuestra sociedad actual y las taras sociales que nos toca vivir en este final de siglo, no son producto de la casualidad o el egoísmo de unos pocos.
El espiritismo nos aclara todo esto y además es la base de la comprensión de todos los problemas que acontecen con la mediumnidad. Si no existe un estudio del espiritismo la mediumnidad quedará huérfana de instrucción, salvo en el único caso de las facultades excepcionales que por evolución personal a lo largo de múltiples vidas, han alcanzado este conocimiento por su propio adelanto evolutivo. Lamentablemente, hoy día se pueden contar con los dedos de una mano las mediumnidades de este tipo en todo el mundo. Continuaremos pues este resumen para finalizarlo en el próximo capítulo.
Conclusiones educación mediumnica: Antonio LLedó Flor
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