BUSCAR RESPUESTAS

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   El conocimiento espiritual y transcendente de la vida, su porqué y para qué, ha sido siempre una de las cuestiones mas importantes que la persona humana se ha planteado en todos los tiempos. No en vano se les denomina como las «eternas preguntas», lo que nos da una idea clara del interés y la

atracción que desde siempre han ejercido sobre los seres humanos.
 
    La historia nos demuestra con miles de ejemplos que desde el hombre prehistórico hasta el hombre contemporáneo, a través de los múltiples estados evolutivos por los que ha atravesado y atraviesa nuestra sociedad humana, se ha intentado buscar respuestas que satisfagan la inquietud permanente acerca de lo que somos en realidad y a que venimos a la Tierra, y sobre todo qué hay después de la muerte. Como consecuencia de ello, múltiples y muy variadas han sido las respuestas a estos interrogantes, acordes cada una de ellas al momento en que se han elaborado, según la mentalidad y los medios existentes en cada época histórica.


   De ahí que en la actualidad, cuando los conceptos dogmáticos pierden todo su valor y cuando el pensamiento racionalista toma mas auge, el Espiritismo sea capaz de mostrarnos y proporcionarnos una explicación totalmente lógica y razonada acerca de la realidad transcendente de la vida, mediante leyes universales, como la de evolución, reencarnación, causa y efecto, etc., cuya manifestación es evidente en nuestra vida diaria.

    Igualmente, la ciencia de la parapsicología se encarga de estudiar científicamente, con pruebas de laboratorio, dichas manifestaciones, y sus conclusiones, aunque quizás todavía escasas pero,  altamente reveladoras, y sin duda lo seguirán siendo a medida que esta ciencia progrese en sus estudios y descubrimientos.


   Por todo ello, el conocimiento espiritualista esta cobrando en nuestros días un gran auge, pues la certeza de la existencia de vida después de la muerte ya no es de ningún modo irreconciliable con la razón; antes al contrario, es a través de nuestro propio razonamiento humano como podemos llegar a la conclusión de que existe una vida transcendente, la cual puede explicar todos los interrogantes que desde siempre nos hemos planteado acerca de la propia vida, y ademas dichos razonamientos vienen siendo corroborados cada vez con mas fuerza por la moderna ciencia parapsicológica.


   Sin embargo, en muchas ocasiones, el interés por los temas transcendentes no pasa de ser una mera curiosidad; a menudo, ocurre que solamente gustamos de observar para comprobar, sin que ello se manifieste luego en ningún cambio en nuestra vida. Ello, al fin y a la postre, nos sirve de muy poco, pues la mera teoría no tiene valor si no se traduce en una practica eficiente.

   Dicha curiosidad, si bien es necesaria y positiva en un principio, ha de ser relevada imprescindiblemente por un verdadero Interés que nos haga profundizar y adentrarnos en el conocimiento espiritual con la sincera intención de ser vivo ejemplo de sus postulados, a través de una conducta diaria correcta y altruista.


    El conocimiento de las leyes que rigen la vida, tanto material como espiritual, ha de ser en sí mismo un conocimiento responsable, a través del cual nos comprometamos nosotros mismos en mejorar espiritualmente nuestra existencia y la de los demás de acuerdo a un vivir cotidiano que responda y se adecue perfectamente a las enseñanzas que nos proporciono en su momento Jesús de Nazaret, aun hoy plenamente vigentes.


  El verdadero interés es muy distinto a la simple curiosidad; en la manifestación de nuestros actos diarios se encuentra la diferencia.

REDACCIÓN
 
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