La gran mayoría de las personas ajenas al conocimiento del espiritismo asocian la mediumnidad de tal modo que consideran que ambos conceptos son lo mismo. Se confunde la mediumnidad con el espiritismo y viceversa, y ¿qué trae ello consigo?: Un considerable
perjuicio para el espiritismo, pues es el saco a donde van a parar todas las inconveniencias y errores que se cometen a través de la mediumnidad cuando ésta es practicada sin la orientación tan magníficamente trazada por Allan Kardec, con la ayuda de las altas esferas del plano espiritual que le asistían.
perjuicio para el espiritismo, pues es el saco a donde van a parar todas las inconveniencias y errores que se cometen a través de la mediumnidad cuando ésta es practicada sin la orientación tan magníficamente trazada por Allan Kardec, con la ayuda de las altas esferas del plano espiritual que le asistían.
Pero que esto haya ocurrido y ocurra todavía, tiene una explicación lógica y sencilla, el espiritismo es la única filosofía que ha hecho frente al estudio de la mediumnidad y ha elaborado un método, por llamarlo de algún modo porque es más que un método, una serie de instrucciones tan profundas y completas que quien las siga no corre ningún riesgo de hacer el ridículo ni poner en peligro su integridad física, psíquica, o moral.
Mientras tanto otras tendencias espiritualistas, no sólo han rechazado el estudio profundo de la mediumnidad, sino que lo han criticado y han llegado a atacar a quienes han tenido la valentía de llevarlo a cabo.
De aquí que siendo el espiritismo la punta de lanza, la filosofía espiritualista que ha visto la necesidad de crear una doctrina consecuente con los momentos actuales de la humanidad y ha consagrado parte de su obra a aclarar las ideas y combatir el fraude, el fanatismo y la ignorancia, es por contra, injustamente, a juicio de aquellos que no están bien informados, el responsable del mal uso y abuso de la mediumnidad.
¿Que sería entonces la mediumnidad si todo el mundo que posee facultades para contactar con el plano espiritual la practicara indiscriminadamente? Si aun habiendo el espiritismo abordado el complejo mecanismo de las leyes que rigen el intercambio con el mundo espiritual vemos cuanto desconocimiento existe, y el mal uso que se hace de ella por intereses personales, podemos pues hacer una valoración del estado en que se encontrarían dichos intercambios de no haber ningún concepto al que recurrir para no incurrir en errores. Sencillamente estaríamos todavía como en los tiempos de oscurantismo en que todo se achacaba al demonio y en donde tanta confusión, temor y fanatismo existía.
Que la mediumnidad y por tanto la comunicación con el mundo espiritual es posible, ya lo pone de manifiesto Moisés cuando prohíbe al pueblo judío que comunique con los espíritus, está claro que desde el momento que la prohíbe es porque existe dicha comunicación, sino sería absurdo que lo prohibiera, la pregunta es: ¿porqué lo prohíbe? Porque aquel pueblo no tenía conocimiento de cómo realizar dicha comunicación, ni conocía las bases más elementales para no dejarse engañar por el primer espíritu que llegara, etc., etc., sencillamente no era el momento de adquirir dicho conocimiento ni de efectuar tales comunicaciones.
Esto y la propia historia, tan plagada de acontecimientos y de fenómenos relacionados con el mundo espiritual y su influencia sobre el nuestro, nos da a entender la gran necesidad que había de darle una orientación positiva a la mediumnidad, de limpiar toda la atmósfera de miedos y confusión que se había creado en cientos de años y comenzar una nueva etapa, con conocimiento de causa y con los conceptos claros del porqué y para qué de la mediumnidad, esta orientación, que sepamos, sólo la ha ofrecido la doctrina espirita.
Con lo expuesto, queremos sugerir y aconsejar a todos los médiums en general y personas que participen del intercambio mediúmnico que es necesaria una preparación precedente a la práctica de la mediumnidad, y que para conseguir dicha preparación no hay nada mejor que el estudio de la doctrina espirita, especialmente «El Libro de los Médiums» de Allan Kardec, porque es la que va a enseñarnos el terreno por el que pisamos, advirtiéndonos de lo que debemos y no debemos hacer.
F.H.H.