NAVIDAD

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  Navidad es el sentimiento profundo de la gran fraternidad que un día un espíritu de alto grado de elevación, tomó la decisión de mostrarnos. Su infinito amor a los espíritus ignorantes e insensibles que desconocían esta cualidad capaz de transformarnos con el tiempo.

 

  Plantó en todos nosotros esa semilla que guardaba un gran potencial, y llegado el momento, se abriría para exhalar lo mejor de su perfume. Pues el amor es ese rico perfume del cual, jamás te cansas de oler, de sentir, y por si fuera poco, se puede dar a los demás, y vuelve a nosotros multiplicada su esencia.
 
  La semilla del amor, es lo que plantó el querido Maestro Jesús. Para que cierto día, pudiéramos percibir que algo en nosotros comenzaba a cambiar. Que la semilla crecía, se hacía más fuerte y era capaz de darse a los demás. Se nos había entregado un rico y delicado tesoro que cada uno de nosotros tendría con el tiempo que descubrir en lo más profundo de su corazón, y justo entonces, llegó el momento de su maduración, y lo que antes fue semilla, ahora tiene que comenzar a dar sus frutos.
 
  Por eso, la Navidad es ese regalo entregado por un ser delicado, amoroso, dispuesto  a ayudarnos a despertar de un gran letargo de inconsciencia e ignorancia, para convertirnos con el tiempo, en seres capaces de dar, aquello que ÉL entonces nos dio, el verdadero Amor.
 
  Y ahora, en esta preciosa Navidad, podemos ofrecer a nuestro nivel, lo aprendido de su ejemplo. Seamos como el Maestro, no nos olvidemos nunca de su regalo y el mensaje que encierra; porque es a través de Él, como podemos ayudarnos y ayudar a los demás. Al poseer esa pequeña luz de entendimiento, conocimiento y libertad espiritual que nos hace libres para seguir aprendiendo y enseñar a otros si así lo desean.
 
  Navidad es quitar todo lo superfluo y descubrir ese mensaje tan extraordinario y, ¿porque no? Divino. De grandes espíritus que nos ayudan en el día a día a superarnos y a darnos cuenta, de que sin su ayuda, nada somos.
 
  Navidad es un sentimiento fraterno, fraguado a lo largo de los milenios para que ahora, en este despertar de la conciencia humana, podamos brillar y ser luceros, para que otros puedan ver.
 
  Navidad para solucionar diferencias con nuestros seres queridos. Navidad para sanar nuestras almas, con todo el amor que se dispensa desde los infinitos mundos. Navidad para ser más y más humildes, más y más personas delicadas, bondadosas y pacientes. 
 
Navidad queridos hermanos para compartir.
¡Compartamos entonces lo mejor que existe en nosotros!
¡¡Feliz Navidad!!
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