DETALLES 

0
28
 
  Vamos a tratar en este artículo diferentes situaciones que se pueden presentar en torno a la mediumnidad, todas ellas pequeños detalles que sin duda a muchos de nosotros nos van completando los conocimientos que tenemos, sacándonos de dudas.
 
 
  Una vez más queremos insistir y dejar clara constancia de que no es casualidad que a unas personas se les presente una facultad mediumnica y a otras no. Sino todo lo contrario, la misma viene a causa de haberla pedido el espíritu antes de encarnar, puesto que dejando a un lado los casos excepcionales en que se viene con una facultad impuesta, lo más normal es haberla pedido como medio de progreso. 
 
  Lógicamente al venir en una existencia como facultad, ya venimos preparados con el protector espiritual, que se encargará de realizar su trabajo desde el mundo espiritual. Este protector viene en muchas ocasiones acompañando al futuro médium ya desde corta edad, colaborando con el guia que también traemos, y así espera el momento en que el Padre le ordene el desarrollo de la facultad y a su término que puedan ejercerla. 
 
  Obviamente, el protector y el espíritu que quiere encarnar con el compromiso de desarrollar una  mediumnidad tienen ya unos planes hechos, que deberán efectuar, y en virtud de dichos planes, que son en cada espíritu muy distintos de los de otros, tendrán lugar los acontecimientos. 
 
  Por esta razón, no hay comparaciones en torno al desarrollo y puesta en ejercicio de la facultad, puesto que la misma, tomando como principio que cada espíritu se halla en unas condiciones y que tiene unas necesidades propias, en cada uno el desarrollo de los acontecimientos y las situaciones pueden variar. 
 
  Partiendo de que es una gran responsabilidad para el espíritu que va a encarnar venir con una facultad, éste se prepara para tal fin en el espacio antes de nacer a la vida humana, y lo hace adecuadamente para no fracasar, pues sabe que una vez se encuentre en la materia topará con las dificultades inherentes a la misma. 
 
  Seria pues una situación muy lamentable no llevar adelante el desarrollo y ejercicio de la mediumnidad, pues a todas luces eso supone echar por tierra un trabajo con el cual hemos estado empeñados con gran ilusión, cuando en el mundo espiritual gozábamos de todo nuestro entendimiento y de una más amplia visión del significado de nuestra existencia como espíritu en proceso evolutivo. 
 
  Cuando la mediumnidad es de curación, generalmente el protector es facultativo, ha tenido en alguna existencia como profesión la medicina, muchas veces el médium también lo ha sido, pero no siempre. 
 
  Hay veces en que la facultad se presenta en la persona a una edad ya avanzada, cuando prácticamente esta persona creía que ya lo tenia todo hecho, y sin embargo, aparece la facultad sin previo aviso. ¿A qué puede ser debido esto? Es muy sencillo de comprender. Esta persona tiene que cumplir con unos pocos años que le faltaron en su existencia anterior, en la que ya ejerció la mediunmidad, pero que por cualquier circunstancia no pudo terminar de ejercerla todo el tiempo al que se había comprometido. Puede que esta persona perdiera su materia antes de la fecha predestinada, o por cualquier otra razón. Es por eso que ahora la facultad se le presenta de esta forma para que pueda terminar en la actual existencia lo que no pudo terminar en la anterior, sean uno, dos o los pocos años que le faltaran. 
 
  Otro caso distinto que confirma que no se pueden establecer comparaciones, es el que propician los niños estos que a muy temprana edad aparece la medimnidad. La explicación es similar a la anterior, pues se puede venir en lugar de a una edad avanzada, a que se le presente dicha facultad a una edad muy temprana, esto claro está, depende de los planes que se haga en el espacio, pues este espíritu puede pedir venir a completar los años que le faltaron de la vida anterior y dejar completada dicha existencia, y desencarna cuando su materia todavía es joven. 
 
  Hay personas que en otra existencia ya vinieron con facultad y si lo piden nuevamente, el desarrollo y la preparación ya lo tiene hecho y la facultad se les presenta sin ninguna complicación, y cuando el Padre da el permiso al protector ya pueden comenzar a ejercerla, en este caso el protector se pone en contacto con ellos, le anuncia la labor a realizar y comienzan su misión. Esto cuando no ha pasado ya esta facultad a ser parte integrante de su espíritu como «facultad natural» en sus diversas existencias. 
 
  Puede darse también el caso de que una persona que viene por primera vez con facultad, cuando comienza a sentir los síntomas de la misma, busque a alguien que le explique lo que le sucede y lo que debe hacer, porque no tiene conocimientos al respecto, y en su busca de esa aclaración tropieza con un grupo o personas que no están bien orientados, y en lugar de ayudarle la perjudican y le crean confusión y hasta temor y recelos, porque lo que le enseñan y lo que observa no es bueno. Es muy normal, después de ciertas experiencias que puede pasar, que esta persona tenga miedo, rechaze y no quiera saber nada de la facultad. Esto puede suceder y esta persona terminaría la existencia sin haber cumplido con su misión. 
 
  Como bien podemos comprender, esta persona no adquiere responsabilidad por no haber cumplido con su compromiso, porque quiso llevar adelante la facultad, pero la entorpecieron y decidió abandonarla. Entonces esta persona se vuelve a preparar en el espacio, con más detenimiento para coger fuerza y seguridad en su preparación, para que cuando vuelva nuevamente no le ocurra que pueda fracasar. 
 
  No obstante, hay que señalar que en estos casos el protector puede hacer mucho, y así lo realiza, para orientar a esta persona a otro sitio donde si la puedan ayudar positivamente y logre encauzarse adecuadamente. Pero no siempre lo consigue, pues ya sabemos que no es lo mismo estar en el espacio desencarnado que hallarse en la materia, la cual dificulta mucho recibir las instrucciones de nuestros espíritus amigos para salir de ciertas experiencias que quizás incluso se nos han quedado tan marcadas que ya no damos lugar a nada más, porque hasta la misma materia se puede resistir. 
 
  No acontece lo mismo cuando una facultad es rechazada por el ambiente donde ha venido esta persona, y por prejuicios y convencionalismos se antepone la situación social a la facultad, porque se tiene vergüenza de ejercerla. En este caso, si se contrae una gran rersponsabilidad y este espíritu tendrá que volver a venir con la facultad, pero entonces vendrá en otras condiciones más difíciles para que comprenda la oportunidad tan valiosa que perdió anteriormente, en la que no aprovechó la existencia por propia comodidad. 
 
F.H.H. 
Publicidad solidaria gratuita