Cuando vayan mal las cosas
como a veces suelen ir;
cuando haya en tu camino
solo cuestas que subir;
pero mucho que pagar,
y precises sonreír,
aun teniendo que llorar;
cuando ya el dolor te agobie
y no puedas mas sufrir…
descansar acaso debes,
¡pero nunca desistir!
Tras las nubes de la duda
ya plateadas, ya sombrías,
puede bien surgir el triunfo,
no el fracaso que temías.
Y no es dable a tu ignorancia
figurarse cuan cercano puede estar
el bien que anhelas
y que juzgas tan lejano.
Lucha, pues,
por mas que tengas
en la brega que sufrir.
¡Cuando todo este peor,
mas debemos persistir!
ANONIMO
Artículo extraído de la revista «Horizonte de
Luz», de Abril-Mayo de 1.985.