MORAL

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¿Qué es la moral? Variadas pueden ser las respuestas según los sectores que componen la humanidad. Y dentro de un mismo sector variadas pueden ser también las opiniones, pero en lo que hay concordancia, es en que, moral significa un conjunto de normas de comportamiento con fines de una mejor convivencia
humana. Mas, como las condiciones ambientales de los diversos sectores en que se divide y está compuesto nuestro mundo, son tan variados; variados son también los conceptos o preceptos morales que desde del comienzo de la humanidad han sido establecidos.
Desde la prehistoria, las diversas civilizaciones han venido estableciendo unas normas de convivencia dentro de ciertos principios enseñados y dejados por los enviados divinos, que han servido de pauta y guía en el progreso evolutivo de las civilizaciones en las diversas épocas.
Y así, desde el famoso código de «Manú», actualizado en la India hacia el siglo XIII antes de nuestra era; las llamadas «Tablas de los mandamientos» y demás normas de conducta dejadas por Moisés; las enseñanzas dejadas por Krisna, Hermes, Orpheo, Confucio, Buda, los Versos Dorados de Pitágoras henchidos de sabiduría y moral elevada, por citar algunos. Y el más sublime Jesús de Nazareth con su moral espiritual y psicológica, basada en el amor.
Esos avatares que, en diferentes épocas han encarnado en este planeta nuestro, para contribuir al adelanto de las humanidades, han enseñado y dejado unas normas de elevada moral, con el fin de orientar a la humanidad, en las diversas épocas, hacia la superación de las imperfecciones para una vida armónica y feliz. No obstante, y sin adentrarnos en el análisis de las causas, sólo una parte de la humanidad ha sabido aprovecharlas, y el resto, han hecho oídos sordos a las enseñanzas de la moral espiritual pura, dominados por las pasiones y los aspectos materiales del humano vivir.
Pocos vocablos abarcan tantas interpretaciones como el vocablo MORAL. Y pocos también, tienen tantas derivaciones, según las interpretaciones de los diversos sectores humanos. De aquí, se derivan dos clases de moral: moral espiritual y moral humana. La primera, está basada en las leyes divinas. Y la segunda, en conceptos humanos algunos de los cuales tienen fundamento espiritual.
La moral espiritual, enseñada por todos los grandes enviados, está basada en conceptos cósmicos de verdad, para contribuir al adelanto espiritual y evolución de la humanidad en las diversas épocas; y es perfecta, porque emana de la sabiduría cósmica.
La moral humana es imperfecta, como todo lo humano, porque está basada en unas normas de convivencia, y varía según las épocas y los ambientes.
 Y al igual que la conciencia humana, la moral humana va evolucionando hacia una moral superior, más en concordancia con la moral espiritual.
La moral humana cambia con los tiempos. La moral espiritual es invariable, porque está basada en principios invariables emanados de la Sabiduría Cósmica.
La captación de la moral espiritual, está en relación al grado de evolución del espíritu de cada persona; y éste, a la pureza y sabiduría adquiridas en sus múltiples experiencias. Y cada persona interpreta o forma un concepto de la moral, en concordancia con el grado de evolución alcanzado, ya que la propia conciencia marca la pauta de la moral personal. De ahí que, lo que es moral para algunos, puede ser inmoral o amoral para otros.
Por ello, en un mundo atrasado como ha sido el nuestro hasta ahora en el orden moral, las interpretaciones de la moral han sido asumidas por las organizaciones religiosas.
Cada época, cada civilización crea o define su propia moral, según su evolución. Pero, cuando esa moral humana se aparta de los fundamentos de la moral espiritual, el proceso evolutivo de la humanidad de esa época se atrasa, creando eso que conocemos como lucha fratricida, que mantiene a la humanidad en estado de constante desarmonía perturbadora, con el consiguiente retraso en su evolución.
De aquí que, conceptos que en ciertos grupos y épocas han sido considerados como morales o inmorales, en otros grupos y en otras épocas no lo son.
Dicho de otro modo, en el aspecto humano, lo que para unos puede ser moral o inmoral, puede no serlo para otros. Y ambos como humanos tienen su razón aparente. Por lo que debemos abstenernos de juzgar en lo relativo a la moral de los demás. La moral humana sin espiritualidad puede desviar por caminos equivocados que luego hay que desandar. Y esto significa un retraso en la evolución del espíritu. Por lo que, todo concepto de moral deberá estar basado en el conocimiento de las leyes espirituales, que liberan el ser humano del error y le orientan hacia el progreso y la felicidad.
(continuará)
 
SEBASTIAN DE ARAUCO
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