LOS CHAKRAS

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LOS CHAKRAS
 
   Continuando con la descripción del cuerpo vital o doble etérico, veamos ahora las funciones prin­cipales a través de los chakras (vocablo sánscrito aceptado por las escuelas esotéricas y espiritua­listas) que son centros de fuerza de absorción e irradiación, puntos de conexión y enlace por los cuales fluye energía, equivalentes a los centros de fuerza del cuerpo psíquico, ya que están localizados en la misma área.
Pero, mientras estos últimos (del cuerpo psíquico o periespíritu) son permanentes y se van desarrollando en las diversas reencarnaciones, los chakras del cuerpo vital se disuelven con la muerte del cuerpo físico. 
 
  Los chakras principales del cuerpo vital, son siete y desempeñan variadas funciones, que brevemente daremos a conocer en el desarrollo de este tema. Su forma es circular, ya que su función es giratoria, formando un vértice cuyo tamaño varia desde 5 cms. a 20 cms. de diámetro. Y el grado de desenvolvimiento y acción, varía mucho en las personas, según sea su evolución. 
 
  Su función específica es captar el prana contenido en las diversas energías del espacio y las energías etéricas del planeta, esenciales para el sostenimiento de la estructura física, así como las energías psíquicas, energías que el cuerpo vital irriga y distribuye como vitalidad, al cuerpo físico. Y dado su relación con el cuerpo psíquico, facilita el desarrollo de las facultades psíquicas, contribuyendo así a la manifestación del espíritu en el plano físico a través de la personalidad. 
 
  Cuando los chakras están bien desarrollados, absorben con mayor facilidad las energías sutiles del espacio y las del planeta, asimilando el prana tan necesario para un normal y vigoroso funcionamiento del cuerpo físico, con lo cual facilita la manifestación de las facultades psíquicas y espirituales, y su mejor salud. No obstante, necesario es tener en cuenta que, el factor mental y emocional, ejercen también influen­cia en el funcionamiento de estos chakras. Algunos videntes pueden apreciar estos chakras en colores, como sobresaliendo unos centímetros de la periferia del cuerpo físico cuando están bien desarrollados, girando a elevada velocidad, por lo que brillan en colores de diversa tonalidad, no así cuando son poco desarrollados o débiles y su movimiento giratorio es también débil. 
 
  Necesario es no confundir estos chakras del doble etérico con los centros de fuerza del cuerpo psíquico. Pues, mientras los primeros son centros de fuerza en el cuerpo vital provisorio y se diluyen con la muerte del cuerpo físico. Los segundos, son núcleos de fuerza psíquica, impregnados de sustancia astralina, preexistente al nacimiento del cuerpo físico y post-existente a la muerte del mismo. 
 
  Hecho este preámbulo o explicación breve en relación con los chakras, pasemos ahora a hacer un breve detalle de los siete. Comencemos por el primero, considerado como el chakra básico o fundamental: 
 
KUNDALINI.- Chakra kundalíneo, energía primor­dial latente en el ser humano, que está situado en la base de la espina dorsal (en el sacro-coccígeo). Su tonalidad cromática es rojo anaranjado fuerte, y contiene cuatro rayos o pétalos, tan sólo. En los seres muy bajos, también toma la tonalidad de púrpura oscuro, pero con el rojo anaranjado. Este es un chakra adormecido en casi la totalidad de los humanos, pues dada su tremenda fuerza primaria, conocida también como «fuego serpentino», no debe desarrollarse a destiempo, es decir no antes de haber alcanzado la superación de todas las imperfecciones, ya que podría producir grandes tratornos. No obstante, vitaliza los órganos sexuales y la sangre para el calor del cuerpo. 
 
  Para desarrollar este chakra y obtener de él esa poderosa energía que pueda contribuir al progreso del espíritu, es absolutamente indispensable haber alcan­zado la plena superación de la imperfecciones, pues quien se atreve a despertar prematuramente este chakra, sin haber aprendido antes a controlar esa poderosa energía, corre el riesgo de caer víctima de esa fuerza tremenda, que sería agresiva y violenta. 
 
  Los expertos en el tema sostienen que, antes de despertar el chakra kundalíneo, es absolutamente indispensable haber alcanzado un alto grado de fuerza moral y pleno desarrollo de la voluntad, a fin de regular la dirección y uso de esa tremenda fuerza, para no caer en la locura y en el crimen, ya que excita en alto grado los deseos y las pasiones, al extremo de arrastrar al afectado no superado, a acciones y actuaciones que pueden requerir muchas y muchas reencarnaciones dolorosas para depurar el mal realizado. En cambio, cuando el ser espiritual ha alcanzado la superación de todas las imperfecciones y bajos deseos, y la conquista plena del amor, puede ser de grandísima ayuda para las grandes realizaciones, ya que, alcanzada la pureza moral y el desarrollo de la voluntad, puede dirigir esa energía para activar los demás chakras y el desarrollo de los centros del cuerpo psíquico. 
 
SEBASTIÁN DE ARAUCO 
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