INTRODUCCION

0
35
 Comenzamos una nueva sección, en donde pretendemos exponer a lo largo de los próximos meses algunas consideraciones sobre el controvertido, y para algunos confuso, tema Ovni-extraterrestres. Cómo ocurre con otros temas, es una cuestión de análisis y expansión del pensamiento humano, así como también dilatar nuestras miradas para abarcar de una forma natural y razonada, un fenómeno importante que no se contrapone a ningún otro, más bien lo complementa y enriquece, aunque no lo parezca a simple vista. Me refiero a los elementos que intervienen en la planificación espiritual de nuestro planeta.

 Romper las barreras que nos crean los prejuicios no es tarea fácil y requiere raciocinio y mucho esfuerzo, no obstante el tiempo y la evolución del pensamiento humano lo favorece como vamos a comprobar con estos dos ejemplos, desde nuestro punto de vista, muy claros.

 Si nos remontamos siglos atrás y analizamos el pensamiento científico y religioso de otras épocas nos daremos cuenta de que se daba por hecho que la Tierra era el centro del Universo, las estrellas eran como adornos puestos por Dios y el sol giraba alrededor nuestro. Con muchas dificultades y gracias a las investigaciones científicas poco a poco el pensamiento humano fue evolucionando y se pasó a que el sol no era el que giraba alrededor de la Tierra sino al revés. Nuestro planeta pasaba a ser uno más. Fue un golpe a nuestro orgullo y narcisismo el comprobar como progresivamente, en la medida que avanzaban las investigaciones, nuestro planeta perdía protagonismo y actualmente está sobradamente demostrado que es como un grano de arena en una inmensa playa. Esta cruda realidad nos ha ayudado para cambiar la perspectiva de nuestro entorno y afrontar otros temas con otras miradas, que le dan un sentido de equilibrio y armonía a todo lo que nos rodea.
 Preguntas como: ¿No estamos solos en el Universo? ¿Pueden existir otras civilizaciones y algunas más evolucionadas que la nuestra? ¿Alguna civilización extraterrestre más avanzada puede visitarnos? Son cuestiones que cada vez son más los que piensan en un sentido favorable.

 Otro fenómeno cuya trayectoria fue similar ha sido el mediúmnico. Si nos remontamos siglos atrás, sobre todo en la época clave, durante el siglo XIX, también generó mucha controversia. En un primer momento se creyó que eran fenómenos aislados, inconexos, sin ninguna importancia. A medida que el fenómeno fue creciendo se empezó a generar un debate, por un lado, de si eran los propios médiums los que provocaban dichos fenómenos y por otro, la cuestión de que ¿para qué se van a manifestar los muertos? Parecía no tener mucho sentido todo aquello, más allá de una mera diversión social, como lo fue la ouija. Esto también chocaba frontalmente con las rígidas creencias religiosas de la época.

 Como consecuencia de todo aquello surgieron científicos que se interesaron por aquella fenomenología emergente. Uno de los más destacados fue Sir William Crookes que investigó con los grandes médiums de la época.

 Un gran escéptico lo fue Hippolyte Léon Denizard Rivail, más conocido como Allan Kardec, que llegó a afirmar en un debate sobre “mesas parlantes” con su amigo Fortier: “Creeré lo que me decís cuando lo vea y cuando me hayáis probado que una mesa posee un cerebro para pensar y nervios para sentir, y que pueda convertirse en sonámbula. Hasta entonces, permitidme que no vea en ello más que un cuento.»

 No obstante, el gran trabajo posterior realizado por el insigne espírita lionés analizando y estudiando escrupulosamente el fenómeno, y sobre todo descubriendo la trascendencia que había detrás de las manifestaciones mediúmnicas que le llevó a codificar y estructurar una información de relevancia mundial, venida del plano espiritual, como lo es el espiritismo.

 Por otra parte, está demostrado que existen tres fases o filtros por donde pasan las nuevas ideas ante la sociedad. La primera es la de rechazo frontal; estamos acomodados a nuestras creencias y forma de ver las cosas, por tanto las “innovaciones extrañas”, por así decirlo, las rechazamos de plano. Si esta fase se supera llega otra más dura, la de la argumentación en contra, a veces feroz. Debates descalificando, ridiculizando, argumentando en contra, poniendo a prueba la solidez de la nueva idea. Si también esta fase se supera llega una tercera y última que consiste en su aceptación pacífica y natural. Cómo es de imaginar, los periodos que transcurren entre unas fases y otras suelen ser de bastantes años.

 El tema extraterrestre, como no podía ser de otra manera, también está sujeto a fanatismos y a polémicas, también existen desviaciones del mismo, como iremos comprobando a lo largo de los meses. Hay a quienes no le ven trascendencia ni tampoco relación con la espiritualidad. Otros se quedan en el aspecto fenomenológico y la casuística de los avistamientos; hay quienes dicen que provienen de otras dimensiones, que están aquí pero que desconocemos. El estudio del tema durante bastantes años nos ha llevado a la conclusión de que no es un tema complejo, tan sólo se necesita utilizar la lógica y el sentido común, así como ciertas informaciones para llegar a resultados sustanciales. En cualquier caso, seamos capaces de hacer un esfuerzo para analizar sin prejuicios y con una mente clara un tema cuya trascendencia es, a nuestro juicio, más importante de lo que a simple vista pueda parecer.

J. M. M. C.
© Grupo Villena 2013
Publicidad solidaria gratuita