Hermoso planeta
Alguien abrió mi ventana
enmarcada por la yedra.
¡Allí la vi, tan hermosa!
¡Buenos días, Madre Tierra!
Contemplé mi cuerpo inerte
tendido sobre la cama:
me sentía más que viva;
ningún dolor me aquejaba.
Desprendida de mi cuerpo
rara fuerza me empujaba;
me sentía tan ligera…
me alejé de la ventana…
Hacia un Planeta ignorado
me empujaba aquella fuerza,
y apenas pisé su suelo
en su influjo quedé envuelta.
Me senté junto a una fuente
para jugar con el agua
limpia, pura, transparente
que mi alma refrescaba.
Después seguí caminando:
cuanto veía, admiraba,
y me embriagaba el perfume
que aquel Planeta exhalaba.
¿Qué hermoso mundo es aqueste?
atónita preguntaba.
Ningún Ser me dio respuesta:
la brisa me contestara.
En este hermoso Planeta
hay mil ventanas abiertas
por donde entran las almas
cuando del cuerpo se ausentan.
¡Pero antes hay que limpiarlas!
Han cerrado mi ventana:
ya todo es oscuridad.
He regresado a mi cuerpo:
es hora de despertar.
Ha sido un hermoso sueño
que puede ser realidad.
De ti depende, Alma mía;
de ti, poderlo alcanzar.
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