Hablo contigo, Señor,
porque sé que Tú me escuchas;
yo te cuento mi avatar
en este mundo de luchas.
Hablo contigo, Señor,
porque me das confianza;
eres mi Padre amoroso,
en Ti tengo mi esperanza.
Hablo contigo, Señor,
ya me siento muy cansada,
tan solo quiero dormir
para que vuele mi alma.
Hablo contigo, Señor,
y el temor de mí se aleja,
que aunque mi cuerpo se queje,
mi espíritu no se queja.
Hablo contigo, Señor,
y Jesús es mi testigo,
porque dejaré este mundo
para hablar solo contigo.
María Luisa Escrich
©2016, Amor paz y caridad