DESTINOS Y PRUEBAS 4

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Destinos y pruebas 4

Por todo ello, todo intento de superación y perfeccionamiento, toda ascensión, requiere esfuerzo. Y sin esfuerzo, sin sacrificio, no hay ascensión posible.

¿Existe alguien en este mundo que esté libre de tribulaciones y pruebas? ¿Acaso no las han sufrido los más grandes seres de la historia?
Son pruebas también:

  •  Las tentaciones que el mundo de hoy ofrece, para las desviaciones del camino de superaciones que hemos emprendido.
  • Las sugerencias negativas de las entidades maléficas, que necesario es identificar, para evitar desviaciones. Y aquí citamos parte de un mensaje:
    …Y si, ya más avanzados, aceptamos misiones de progreso para los demás, entonces nos salen en tropel los hermanos de las tinieblas, o sea, los espíritus del mal, encarnados o desencarnados, en defensa de lo que creen sus derechos o sus dominios”.
  • Los halagos a la personalidad, ya que pueden hacernos caer en la vanidad y orgullo.
  • Los desprecios y humillaciones, así como las injurias y calumnias, son necesarias para probar el temple, debilitar el amor propio y fortalecernos, si las recibimos sin ofendernos y para devolver bien por mal.
  • Las atracciones del sexo y las comilonas, para aprender a superarlas e ir venciendo el sensualismo que densifica el alma y retarda la ascensión.
  • Las dificultades de la vida, para desarrollar la paciencia y las facultades mentales.
  • Las dolencias físicas, para advertirnos de las transgresiones a las leyes de la vida y crear la resignación.
  • Los hijos difíciles o tarados que, por los lazos kármicos están unidos a nosotros.
  • Los esposos o esposas difíciles, que la Ley del Karma une para reajustes de viejos desajustes y alcanzar la fuerza armónica del amor.
  • Los hermanos carnales, así como el padre o la madre inmaduros; para suavizar asperezas del pasado y contribuir a su evolución.
  • Las incomprensiones de los demás familiares y allegados en las relaciones humanas, etc., etc.

Superando las pruebas que el destino nos presenta, no tan sólo vamos dirimiendo deudas adquiridas por transgresiones a las Leyes de la Vida en el pasado; sino que vamos también desarrollando la capacidad intelectiva y adquiriendo fortaleza para mayores y posteriores realizaciones. Lo contrario, cuando tratamos de evadirlas; porque nos debilitamos y seguirán acosándonos, hasta que aprendamos a superarlas.

Tengamos presente que, así como los músculos del cuerpo se desarrollan con el ejercicio, así mismo las facultades de la Mente se desarrollan ejercitándolas.

Y a este respecto, hagamos un enfoque o análisis psicológico. Comencemos por admitir que, diversos son los grados de desarrollo mental (intelectual, volitivo, etc.), como diversos son los grados de evolución de nuestro conglomerado humano; y por ende, diversas son las capacidades. Pero quién conoce el grado de su capacidad mental? ¡Cuántas personas hay de gran capacidad, desperdiciando sus facultades por abulia, vicios, o arrastrados por las pasiones derrochan sus energías puerilmente! Sólo en el ejercicio de las facultades mentales, podremos llegar a conocerlas.

La vida humana es, y sus dificultades son, según sea la actitud mental que adoptemos frente a sus diversos aspectos.

Muchas personas con su imaginación no controlada, exageran sus dificultades y problemas, dándole una importancia mayor a la que realmente tienen, con lo que turban la razón impidiendo ver la solución. Y no tan sólo eso, sino que crean un estado de excitación emocional que afecta su salud. Otras personas, ante ciertas vicisitudes adversas, son prontas a exclamar: ¡Imposible, no puedo! Otras: ¡Yo no puedo aguantar más, ésto es mayor a mis fuerzas! Craso error. Sí pueden, si se lo proponen con firmeza. Pero no lo hacen, se dejan arrastrar por la inercia y la abulia.

Necesario es recordar que, nadie recibirá desventuras, dificultades, vicisitudes adversas, más allá de sus posibilidades para superarlas. Esa es ley de Vida.

Lo que acontece es que, son pocos quienes están dispuestos a hacer el esfuerzo necesario. Los más, adoptan una actitud mental derrotista, cayendo víctimas de su propia actitud mental pasiva, desacertada.

Otras personas hay que pasan su vida quejándose de todo, lamentando sus vicisitudes. Tal parece que se deleitan en sus males (actitud masoquista), con cuya actitud debilitan sus propias fuerzas y nada resuelven, atormentándose a sí mismas, tontamente. Y naturalmente tiene que irles mal; porque, con esa actitud desacertada, están atrayendo hacia su mente fuerzas derrotistas, que paralizan sus facultades mentales, entorpeciendo el proceso evolutivo.

Destinos y pruebas 4 por: Sebastián de Arauco

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