y te invaden los recuerdos,
cuando los años se van
sumergidos en el tiempo,
nos parece que en verdad
todos aquellos momentos
que han quedado en nuestra alma,
aún los seguimos sintiendo.
Hemos de pensar ahora
en seguir hacia adelante,
alcanzando sin demora
todos nuestros ideales,
no nos basta con las obras
que pudimos hacer antes.
Sabemos que en nuestra historia
ha habido aciertos y errores,
proyectos que han sido sombras,
desengaños y clamores,
barcos que a veces zozobran
sobre un mar de aspiraciones,
pero la mejor victoria
se halla en nuestros corazones.
Porque es un largo viaje
éste que nos encamina,
hacia el trabajo constante,
hacia la profunda dicha
de llenar nuestro equipaje
con esta sabia doctrina,
que es el más fiel estandarte
que se ha alzado en nuestras vidas.
Hemos de seguir volando
sin abatir nuestro vuelo,
siempre con más entusiasmo,
con más carisma y empeño,
llevando en nuestro regazo
un trocito de ese cielo
por el que estamos luchando,
y que a veces, no entendemos.
Porque el amor no se agota,
podemos siempre ofrecerlo
en la luz de nuestras obras,
con sentimiento sincero,
como quedó en la memoria
el ejemplo del maestro.
Es asi como se aprende,
es asi como se ama,
dando amor en el presente
sin querer recibir nada.
Es asi como se forja
la conquista del mañana,
con hechos que se desbordan
sobre las vagas palabras,
y son las huellas que el tiempo
nunca ha podido borrarlas.
Es asi como florece
una labor abnegada,
entre ilusiones que crecen
y suspiros que se apagan,
con sacrificio y esfuerzo,
con voluntad y constancia,
sintiendo en nuestros anhelos
un efluvio de esperanza.
No nos demos por vencidos
por más derrotas que hayan,
dejemos en el olvido
las añoranzas pasadas,
que si seguimos unidos
librando nuestra batalla,
más allá de nuestro mundo
veremos la luz del alba.
Elena Martinez.