SOÑAR CON DIOS

0
33
Soñar con Dios

Soñar con Dios

¡Qué eterna se hace la noche
cuando el cuerpo está en quebranto!,
pues todo él me dolía
ahuyentando mi descanso…
Así fue llegando el día.

En un plácido sopor
escuché una dulce voz
que amorosa me decía:
«¡No sentirás más dolor;
es éste el último día!».

Y no sentí más dolor
en mi cuerpo lacerado…
Y yo palpaba aquel cuerpo,
lo sentía sano y fuerte,
y estaba viejo y cansado.

Y la voz dijo: «¡Hija mía!,
el final de tu existencia
Yo ya tengo decretado,
y es preciso que se extinga
y pases al otro lado…».

Me dispuse a obedecer
de aquella voz la llamada.
¡Me sentía tan tranquila!,
¡tan serena!, ¡tan liviana!
Ni cansada, ni dolida…

¿Estaba en verdad despierta?
Contemplé mi cuerpo yerto
que no había despertado.
Y aquel cuerpo estaba muerto…
¿Quizás estaba soñando?

¿Ha sido tan solo un sueño,
o mi partir ha anunciado?
Dios se sirve de los sueños
cuando Él desea hablarnos,
aunque después lo olvidemos.

La dulce voz que escuché
yo no olvidaré jamás.
Sé que me hablará otra vez
cuando me vaya a dormir
y me vuelva a despertar.

Y si ha sido solo un sueño
y en el sueño me ha hablado,
un hermoso sueño ha sido…
¡porque con Dios he soñado!

Soñar con Dios por:Mª Luisa Escrich

Guardamar, junio de 2023

2023 © Amor, paz y caridad

Publicidad solidaria gratuita