REENCARNACIÓN

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(Viene del mes anterior)

DESTINOS

Muchas inteligencias son veladas por la expiación. Bajo mezquinas y penosas apariencias, y aún en los idiotas y en los locos, grandes seres ocultos en la carne, expían un pasado de errores y a veces temible.

El ciego de nacimiento o a temprana edad por accidente, nos indica que encarna un espíritu arrepentido y decidido a sufrir en sí mismo el daño de haber privado de la vista

a otro (como en los casos de la antigua inquisición o venganzas ruines, por ejemplo) u otra falta grave que da motivo a esa expiación; a fin de limpiar su alma, por el dolor, de ese magnetismo deletéreo que no le permite avanzar en su ascensión espiritual.

El mudo, que encarna al que usó la palabra para calumniar o traicionar, con lo cual hizo sufrir. El manco, el cojo, el paralítico, etc., son demostraciones visibles y elocuentes de sus faltas anteriores. Ciertas enfermedades congénitas y falta de salud desde la infancia, suelen ser consecuencias de vidas anteriores de desorden y despilfarro de energías.

SON DESTINOS DOLOROSOS, CONSECUENCIAS DEL MAL USO DE SU LIBRE ALBEDRIO.

Todas esas vidas oscuras, atormentadas, dolorosas, son crisoles en que el alma se despoja de sus impurezas, donde las pasiones bajas se transmutan poco a poco, por divina alquimia, en pasiones elevadas de bien. Pero, por la falta del conocimiento de las leyes que rigen la vida, en muchas de las veces se rebelan, con lo cual impiden el proceso depurador (catarsis) como será explicado al tratar el próximo capítulo sobre el dolor; pero, pasado el período de prueba, ya en el plano extrafísico, aprecian que esa vida de dolor no ha sido estéril y sí beneficiosa.

¡Tengamos compasión de esos seres, ya que son espíritus arrepentidos! Ayudémosles, con amor, a pagar sus viejas deudas, aunque sea con un pensamiento de compasión y cariño. Siendo Dios, amor supremo, que sólo por expansión de Su amor dio vida a cuanto existe , sin pedir ni esperar de sus criaturas sino que sean felices eternamente, y para cuyo objeto ha creado leyes sabias, y que con harta frecuencia violamos; se deduce que, el dolor NO es enviado por EL, sino consecuencia de nuestros errores en el pasado, del dolor sembrado por nosotros conscientemente. Son las trasgresiones, las faltas en contra de la sublime Ley Universal del Amor, las que atraen al alma dolorosas consecuencias. Asimismo que, las obras de amor, grandes o pequeñas, son las que atraen mayor felicidad y progreso.

Todo bien, todo esfuerzo que hagamos desinteresadamente con amor en beneficio de alguien, no se pierde. No importa que hayamos recibido ingratitudes y hasta traiciones, pues la Ley todo lo recoge y nos lo devolverá tarde o temprano. El tiempo, tal como lo entendemos en la vida humana, no existe en la vida eterna del Espíritu.

Reconstruir por la fraternidad y el amor todo lo que destruye el odio de los hombres, es y será siempre la obra que salvará la humanidad.

La superioridad de nacimiento de ciertos seres, es el resultado de sus obras anteriores.Somos espíritus más o menos jóvenes o viejos, hemos vivido múltiples vidas ,hemos probado los placeres y dolores, la riqueza y la pobreza,hemos pasado por vidas de esclavos y de amos, avanzando siempre hacia más elevados destinos.

La riqueza proporciona magnífica s oportunidades de estudio, permitiendo darle al Espíritu una cultura mas amplia, y pone en sus manos los medios de aliviar a sus semejantes de los sufrimientos de la miseria y contribuir a su mejoramiento. Por desventura, la generalidad de las gentes presionadas por el ‘ egoísmo y por las atracciones del medio ambiente, no piensan más que en sí mis mas, por desconocimiento de las consecuencias. La riqueza. endurece, con harta frecuencia, el corazón humano, impidiendo escuchar el llamado del Espíritu que se manifiesta por medio de esa sensación de compasión y lástima. No escuchar ese llamado, es desperdiciar una magnífica oportunidad de progreso.

y el progreso en una existencia, da derecho para nacer bajo mejores auspicios, lo que proporciona una vida más feliz. Y cuando ese progreso haya llegado a cierto grado, será para vivir en plena luz, sin las alternativas de la vida y de la muerte en los planos físicos.

A medida que el ser humano avanza en su eterno camino de ascensión, su inteligencia y demás facultades se desarrollan como consecuencia del ejercicio de su mente, así como nuevos y más amplios horizontes con nuevas experiencias y nuevos conceptos se presentan ante él que le atraen. Es la ley universal del progreso que le llama, que le invita a avanzar en su eterno camino de ascensión; pero , no siempre el individuo responde a este llamado. En las más de las veces , cede a las atracciones de su medio ambiente circundante, siendo arrastrado por el espejismo de las sensaciones, y se estanca, retardando su progreso. Pero, como el estatismo es contrario a la Ley, ésta actúa de un modo NO siempre agradable, y por medio de circunstancias que los humanos denominamos adversas, le conduce amorosamente (como hacen los buenos padres con sus hijos) hacia el ejercicio de sus facultades, obligándole a la solución de dificultades y superación de obstáculos, con lo cual se capacita para mayores realizaciones, contribuyendo con ello a su propio progreso y evolución.

SEBASTIAN DE ARAUCO


Publicado en Amor paz y caridad Nº 23 febrero 1984 del libro «3 enfoques sobre la reencarnación»

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