«La motivación más importante del ser humano es otorgar un sentido a la vida en cualquier situación»
Viktor Frankl – Psiquiatra fundador de la Logoterapia
Desde que el eminente Neuropsiquiatra Viktor Frankl elaborara y presentara -el siglo pasado- la tercera escuela vienesa de psicoterapia (Logoterapia), basada en la búsqueda del sentido de la vida, han ocurrido algunos descubrimientos de notable importancia en el campo de la ciencia que han potenciado todavía más sus propuestas e investigaciones.
Uno de ellos, de los más importantes sin duda, es el descubrimiento del genoma humano en el año 2000. Este hecho, junto al avance de la ingeniería genética en su conjunto, han establecido unas relaciones entre ésta última y la psicología que ponen de manifiesto como las conductas psicológicas del hombre ante la vida son capaces de modificar los genes y predisponerlos en un sentido u otro según sea el bienestar psicológico del individuo.
El Dr. Steve Cole, Médico Psiquiatra de la U. de California nos explica que hay dos tipos de bienestar psicológico: el de aquellos que poseen una motivación que da sentido a sus vidas, y el hedonista que únicamente obtiene satisfacción a través del placer material y físico. Cole ha descubierto que los del primer grupo viven con tranquilidad, y su perfil genético es favorable a las células del sistema inmunológico, mientras que los hedonistas viven con estrés, y esto daña las células, haciendo que envejezcan antes.
«Hay dos tipos de bienestar psicológico: el de las personas poseedoras de una motivación que da sentido a su vida; y el de los hedonistas, que obtienen satisfacción a través del placer físico y material. Éstos últimos podrían tener telómeros más cortos«. Steve Cole M.D.
¿Qué nos indica todo esto? ¿Podemos inferir conclusiones de por qué las personas que encuentran sentido a su vida son más felices, más sanas biológicamente y menos egoístas? ¿Los genes replican acaso la actitud mental del individuo? ¿Es que los placeres inmediatos, efímeros y que únicamente buscan la auto-gratificación sin pensar en los demás, condicionan nuestra vida hacia el estrés, la enfermedad y el malestar psicológico? Pues parece ser que es exactamente así; al respecto de esta cuestión, las afirmaciones de la Dra. Bárbara Frederickson de la U. de Carolina del Norte son rotundas:
«Los placeres hedonistas son como calorías vacías: no aportan nada. Todo indica que, a nivel celular, respondemos positivamente a un bienestar psicológico basado en la conexión y el propósito de nuestra vida»
Disponemos de poco espacio para desarrollar más ampliamente este interesante tema; no obstante, baste con esto para comprender que las tesis de Viktor Frankl no fueron únicamente demostradas como evidencias de primer orden en el campo de la neuropsiquiatría, sino que, con el avance de las investigaciones en campos como la genética, se nos demuestra que la mente y la actitud psicológica que escogemos en la vida, condiciona nuestra organización celular, afectando diversos sistemas orgánicos como el inmunológico, el circulatorio, el glandular y el nervioso.
El sentido de la vida dota al hombre de una fortaleza mental adicional que la psicología positiva comienza a descubrir; y la somatización biológica de esta actitud ante la vida provee de salud o enfermedad al ser humano. De aquí que sea tan importante tener en cuenta cómo pensamos, cuál es el sentido de nuestra existencia y de qué forma nos conducimos en la vida.
“Todo indica que a nivel celular el cuerpo responde positivamente al bienestar psicológico basado en el sentido de conexión y el propósito de la vida ”.
Steve Cole M.D.
Un propósito firme en la vida, con una existencia plena de significado y de entrega a causas nobles y altruistas, es el mejor antídoto ante la enfermedad mental y la mala salud.
«El propósito y el significado que cada uno tenemos de la vida son la esencia de una buena salud»
Dr. Vic Strecher – Experto en Psicología de la Salud
Todo se encamina hacia una actitud mental y emocional equilibrada que nos permita desarrollar nuestros valores internos hacia objetivos o metas que se acerquen a las razones que tenemos para vivir; esto nos lleva a ocuparnos de nuestra vida sin preocuparnos por ella.
Y en este camino es preciso distinguir dos aspectos, las motivaciones externas (ganar dinero, fama, poder) y las internas, aquellas que desarrollan los valores de auto-realización y crecimiento personal, algo que únicamente se alcanza renunciando al egoísmo y el hedonismo, y trabajando en el bienestar del prójimo.
Si queremos mejorar nuestra salud, nuestro bienestar psicológico, mental y emocional, alcanzando mayores estados de felicidad, hemos de encontrar el propósito y el sentido de nuestra vida, comprometiéndonos a llevarlo a cabo; sólo así nos sentiremos auténticamente realizados.
«El hombre se auto-realiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida» Viktor Frankl
Psicología, genética y sentido de la vida por: Redacción
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