Humilde pero grande es el consejo
que voy a dar a todos mis hermanos
iniciados al bien, del alma sanos
buscáis la luz verdad, claro reflejo
que ha de reproducirse en vuestro espejo
llámese la conciencia, los deberes
que en mundo de expiación tienen los seres,
pues ahí, en ese mundo los derechos
son tan pocos y a veces tan estrechos
que el hombre en su deber siente placeres.
No queráis por capricho o egoísmo
conocer los secretos de ultratumba
pues muy pronto veréis que se derrumba
porque en su base está el positivismo,
ciencia os dará el espiritismo
para aprender lo grande en la natura
manantiales tan ricos de agua pura,
pero sabed beber para no hartarse
y esta grande verdad debilitarse
viniendo la obsesión o la locura.
No alterarse por esto que yo os digo
porque locos son todos en la tierra,
locos son los que provocan guerras,
locos también el rico y el mendigo
¿no sabéis lo que lleváis consigo?
La constante intuición de un ser extraño
que puede produciros mucho daño
si os dejáis llevar por la obsesión,
precisa la virtud y observación
y el estudio que evite todo daño.
No dejarse llevar por la corriente
de necio fanatismo; juicio exacto
de las cosas tened, marchad con tacto
que la ciencia y virtud jamás os miente,
ella os dará un camino sonriente
lleno de luz, verdad y de alegría
no teniendo jamás superchería
que esto en la actualidad es muy extraño
que los seres se presten al engaño
viendo el alborear de un nuevo día.
Si en el transcurso de la vida os veis
zozobrar, sin jamás desalentarse,
en la prueba que quiere presentarse
para saber el temple que tenéis,
con Dios siempre por lema, alcanzaréis
el lenitivo puro del que siente,
lo contrario es seguir una corriente
que pudiera lanzaros al abismo,
con la luz que os da el espiritismo
podéis iluminar a aquel que miente.
Para final os digo, que esta idea
no os priva jamás de la expansión,
la materia se encuentra en su prisión
y el espíritu con ella se recrea,
con la virtud y el vicio se codea
para templaros bien para la lucha,
misántropos ¡jamás! Pues Dios escucha
oraciones ficticias y egoístas,
la oración verdadera espiritista
son caridad y amor, constancia mucha.
POESÍA ESPIRITA (Obtenido mediúmnicamente en Villena a 26 de mayo de 1922)