PESIMISMO Y OPTIMISMO 3

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Pesimismo y optimismo 3

Honestidad.- Nunca conquista alguna ha hecho feliz al hombre, cuando ésta ha sido alcanzada por medios deshonestos o ilícitos. La honestidad en el proceder, el cumplimiento de la responsabilidad en los compromisos adquiridos, engendra confianza y firmeza, necesarios para toda realización, incrementa el optimismo que facilita la conquista de lo deseado.

Alegría de vivir.- Gente hay que, por ignorancia de sus recursos internos, por desconocimiento de que el cuerpo humano es una maravillosa organización biológica perfecta creada por la Mente Divina para un funcionamiento perfecto; se pasan lamentando sus dolencias e infortunios, con los que van aumentando esas sensaciones hasta convertir su vida en un tormento.

Por desventura, personas hay que amargan su vida tontamente, mirando el lado siniestro de las cosas. Los hipocondríacos, por ejemplo, personas neuróticas que se caracterizan por una exagerada preocupación sobre su salud, con tendencia a exagerar sus sufrimientos, ya reales ya imaginarios.

Ley divina es, que el ser humano sea feliz. Y lo será, cuando haya aprendido a serlo. Porque, la ignorancia es el mayor impedimento para una vida de paz y armonía. Por ello, tan necesario es adquirir el conocimiento de las leyes de la Vida.

La Vida es, el mayor don que hemos recibido de la Divinidad creadora, aun cuando no nos paremos a pensar en ello. Y la vida humana es hermosa si aprendemos a vivirla, vivirla dentro de las leyes naturales y divinas. ¡Cuántas y cuántas personas ignoran esta verdad y viven pasivamente (vegetan), en vez de tomar parte activa con una actitud mental realizadora dentro de la Ley del Amor! Por ello, necesario es buscar y mirar, para poder encontrar y conquistar, los aspectos hermosos y felices que la vida humana contiene.

Las leyes que rigen la Vida, han sido creadas por el Amor y Sabiduría Divina, para la felicidad. Pero, con una actitud mental y afectiva contraria a esas leyes, los humanos hemos creado las causas para la infelicidad.

Muchos son los factores que pueden contribuir a mantener en nosotros una perfecta alegría en el diario vivir. Por ejemplo:

  • Vibrar en amor puro, que induce a la comprensión y evita desarmonias.
  • Practicar la fraternidad, contribuyendo al bien y felicidad de los demás.
  • No mirar el lado adverso y siniestro; y sí, mirar el lado hermoso de la vida.
  • No dar cabida, nunca, al desánimo, que es depresivo.
  • No dar cabida a pensamientos, sentimientos y deseos negativos.
  • Controlar las emociones. Evitar toda brusquedad en las relaciones humanas.
  • No enfadarse nunca, nunca.
  • No disputar nunca. Escuchar y mantener un diálogo razonado.
  • Mantener, siempre, una actitud mental y afectiva de simpatía y entusiasmo.
  •  La sonrisa es un gran sedativo y abre las puertas hacia el éxito.
  • Etc., etc.

El optimismo es, un gran acicate para el trabajo y contribuye al éxito y a un mejor funcionamiento del organismo físico y psíquico. El optimismo y el amor, son generadores de actividades que dignifican a la persona humana.

Cuando lleguemos al convencimiento de que, en cada ser humano existen recursos internos con capacidad para vencer las vicisitudes adversas y dificultades que la vida presenta; nuestra condición de vida cambiará. Porque, ese convencimiento induce a adoptar una actitud mental realizadora, una determinación de triunfar cual sea la empresa.

En todo programa de realizaciones, indispensable es: una fírme determinación. No basta con el simple deseo; pues, aun cuando el deseo de alcanzar una meta determinada es necesario para poner en acción la fuerza volitiva, que es energía vitalizadora; ésta no entra en acción sin la firmeza de propósito o firme determinación de alcanzar la meta deseada.

Todas las grandes obras realizadas en este mundo, parecieron imposibles en sus comienzos; menos para sus realizadores. La imposibilidad, no existe; es un vocablo contenido en el léxico de algunas personas, que sólo quieren las cosas fáciles, con cuya actitud mental, debilitan el poder energético de la mente.

Pesimismo y optimismo 3 por:  Sebastián de Arauco

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