A todo corazón enamorado del Bien y del Amor,
con ansias de progreso y luz espiritual.
Yo traigo para ti estas dos rosas;
cadáveres de amor ya son las pobres,
pues fueron arrancadas de sus tallos
Son rosas de un jardin desconocido
que más allá del mundo, en Dios, se esconde,
y sólo por hacer La Tierra hermosa
vinieron a nacer entre sus flores.
La Caridad se llama la más bella,
y a la otra, por Fe se la conoce;
hermanas son las dos de la Esperanza,
que todavia alienta entre los hombres.
Si tú quieres llegar a Dios un dia,
dalas vida en tu pecho, no las deshojes,
y haz que broten hermosas y lozanas
en todos los humanos corazones.
No dejes que se pudran en el polvo
-que es el triste destino de las flores-
y en el altar sublime de tu alma
hazlas fuentes de amor y bendiciones.
Son ellas el perfume de la vida,
y en sombras, sin su luz, camina el hombre.
¡Todo es llanto y dolor en su camino
cuando a sus beneficios no se acoge!
Por eso te las traigo entre mis manos
envueltas en el manto de la noche,
para que nunca de ellas te separes
y sean de tu alma los amores.
Sin ellas, el abismo del pecado
te espera en los humanos corazones
que, a espaldas de su luz y su belleza,
van sembrando del mal las tristes flores.
JOSE MARTINEZ.