Aunque parezca lo contrario, son muchos los avances de los últimos años respecto a las evidencias sobre la reencarnación. El trabajo de numerosos investigadores está a la luz pública para quienes quieran beber de fuentes respetables y fidedignas.
En el ámbito científico no es un tema nuevo pese a su dificultad. No obstante, las herramientas y los procesos de comprobación no son los mismos que para investigar otros fenómenos de la vida física o incluso extra física. En el caso de la reencarnación la dificultad es mayor.
Los prejuicios así como las ideas preconcebidas son muros que disuaden a muchos investigadores a dar un paso al frente. Científicos de renombre tuvieron serias dudas para avanzar en este campo pese a sus descubrimientos, por el miedo al rechazo frontal de su propia comunidad científica, y por el consiguiente desprestigio personal y profesional al que se exponen. La posibilidad del rechazo por un lado y las críticas irónicas de los colegas por el otro, hacen plantearse seriamente a los investigadores honrados si merece la pena tanto sacrificio, en pos de una realidad vetada por los dogmatismos.
Muchos años de estudio, trabajo arduo y de labrarse un nombre y un prestigio profesional puede saltar por los aires en poco tiempo ante la afirmación pública de la posibilidad de reencarnar.
Por esta prueba han pasado muchos. Casos a lo largo de la historia ha habido, investigadores que afirmaban una cosa en base a sus estudios, para que un tiempo después, una vez superadas todas las barreras hayan sido admitidos como válidos sus trabajos. Además habría que pensar en cuáles son los criterios que utilizan muchas veces las instituciones científicas para asignar los recursos económicos para la investigación, aquellos que deciden el qué y el porqué.
Empecemos por la aportación del doctor canadiense Ian Stevenson (1918-2007), profesor de psiquiatría en la Universidad de Virginia. Estudió miles de casos en varios países de niños que afirmaban recordar existencias anteriores, hablando de una personalidad y de una vida muy diferente a la actual. Su obra principal “Veinte casos sugestivos de reencarnación” (1966), recoge algunos muy significativos.
Otro de los investigadores de prestigio es Brian Weiss, psiquiatra estadounidense, profesor en la Universidad de Miami y jefe del área de psiquiatría del Hospital Monte Sinaí. Su aportación, que todavía continúa, está referida a su labor en el campo de las regresiones hipnóticas sobre pacientes que manifestaban fobias y problemas psicológicos muy fuertes, cuya causa no era posible localizar en su actual vida. A través de dichas regresiones, explorando en el subconsciente, el paciente rememora circunstancias traumáticas del pasado para afrontarlas junto al terapeuta y superarlas definitivamente.
Algo muy similar a la denominada Terapia de Vidas Pasadas (TVP), regresión de memoria para fines terapéuticos, destacando a la Dra. María Julia Prieto Peres en Brasil, al doctor argentino José Luis Cabouli quien va más allá en su experiencia profesional afirmando en uno de sus artículos: “La realidad es que para el alma las vidas pasadas no existen como tal. Para el alma se trata de una sola vida que transcurre alternativamente en dos planos, bien en el plano físico, o bien en el plano espiritual.” “Sería más propio denominar a esta terapia como » Terapia de Experiencias en Cuerpos Pasados«.
Otro aspecto que es considerado como “prueba indirecta” son los birthmarks, o marcas de nacimiento. Consisten en zonas de la piel sin pigmentación o con una pigmentación muy elevada de los niños cuando nacen, son células malformadas sin una explicación aparente. También se consideran birthmarks las cicatrices de nacimiento y determinados lunares en la piel. Muchos niños que recordaban espontáneamente su vida anterior y que se pudo verificar su historia, poseían estas marcas, que coincidían en el punto exacto del motivo de su muerte. Si por ejemplo había muerto por una o varias cuchilladas en el abdomen, en algunos casos aparecían dichas marcas en la misma zona.
Esto desde un punto de vista espiritual tiene una explicación clara. El modelo organizador biológico también llamado periespíritu o cuerpo etéreo, recoge como un imán todas las impresiones vividas, sobre todo cuando se trata de sucesos traumáticos que derivan en una reacción psicológica muy fuerte. Al desencarnar y pasar al otro lado, el impacto psíquico si no se supera permanece, del mismo modo, si la siguiente reencarnación es muy rápida, puede ocurrir que el espíritu no haya tenido suficiente tiempo para resolver el conflicto traumático, sobrellevándolo en su nueva encarnación, no sólo a nivel psicológico sino también manifestado en el cuerpo orgánico.
Otra de las pruebas indirectas es el fenómeno Déjà Vu. Personas que acuden por primera vez a un lugar y sin embargo demuestran un conocimiento bastante exacto del mismo, como si hubieran estado varias veces o vivido en el pasado.
También debemos considerar los casos de los niños prodigio. Personas que a su muy corta edad demuestran habilidades y conocimientos imposibles desde un punto de vista exclusivamente físico. Las interpretaciones de carácter genético o de herencia familiar resultan muy deficientes puesto que no resuelven el problema. Existen infinidad de ejemplos que desmontan dichas tesis.
A lo largo de la historia nos encontramos con algunos casos notables, como por ejemplo, el archiconocido compositor Wolfgang Amadeus Mozart (siglo XVIII); a los 5 años componía piezas musicales, otro caso fue el del matemático y físico irlandés William Rowan Hamilton (siglo XIX), también a los 5 años dominaba el latín, el griego y el hebreo, a los 13 años dominaba 13 idiomas, etc.
Actualmente confluyen muchos casos conocidos en todo el mundo, por poner algún ejemplo actual, el caso de Akrit Jaswal, niño hindú autodidacta que nació en el año 1993. A los 10 meses ya era capaz de hablar y a los 5 años había leído libros de ciencia y anatomía. A los 7 años realizó una cirugía espontánea, una niña de 8 años sufrió quemaduras en las manos que la habían obligado a tener los puños cerrados, gracias al trabajo de este niño, los dedos fueron separados y rehabilitados al poco tiempo. A los 12 años, Akrit fue aceptado en la Universidad del Punjab, Lahore, y se convirtió en el estudiante más joven de la India.
Estas son apenas algunas pinceladas de la ingente cantidad casos así como de investigadores que han trabajado y que trabajan actualmente en un campo ajeno ya a las meras creencias.
Por tanto, ciencia y espiritualidad confluyen cada vez más hacia su encuentro definitivo, caminamos hacia una concepción holística de la vida, cuyas partes no se pueden entender fuera del todo.
Al mismo tiempo, no porque se ignore o se ningunee algo significa que no exista. Cada vez son más las voces de personas de todo el mundo y de toda condición que están viviendo experiencias, que acercan cada día un poco más al ser humano a una realidad que ya no puede ignorar. Son los síntomas del cambio de ciclo, de una nueva forma de percibir la realidad. Atrás van quedando los dogmatismos religiosos pero también los científicos.
Con el apoyo de la ciencia, se refuerzan los argumentos, se consolida la fe razonada, transmutando las creencias en convicciones. Estemos abiertos y no rechacemos por rechazar.
José M. Meseguer
©2015, Amor, paz y caridad