Hermanos de la otra orilla
Somos voces de otro mundo,
de seres que ya se fueron
y que vienen a deciros:
¡Nosotros no estamos muertos!
Abrid los ojos y oídos;
que nunca os abandonamos;
nosotros estamos aquí,
y somos vuestros hermanos.
Venimos a hablar con vosotros;
a traeros la verdad:
¡Seguimos estando vivos!,
eterna inmortalidad.
Al daros nuestros mensajes,
¡oh, hermanos de la Tierra!,
son voces que no hacen ruido;
resuenan en las conciencias.
Cuerpo físico no tengo
porque lo dejé en la Tierra
cuando fue llegado el día,
pero sí tengo consciencia.
Cuando yo estaba encarnado
me horrorizaba morir,
y al despertar de la muerte
fue el comenzar a vivir.
¡Mirad sin miedo a la muerte!
Solo es la muerte del cuerpo;
que el espíritu no muere
y su destino es eterno.
¡Hermanos de la otra orilla!,
corréis hacia vuestra suerte.
Suerte que es la vida eterna.
¡Vida después de la muerte!