EL CONOCIMIENTO
Comenzaremos esta exposición, advirtiendo el momento crítico en que nuestra humanidad se halla. Nuestro mundo de hoy ha llegado ya a un grado de materialismo tal, que está rompiendo las últimas resistencias del equilibrio psico-cósmico de nuestro planeta. Y roto ese equilibrio, poderosísimas fuerzas cósmicas se desencadenarán sobre el planeta Tierra, produciendo un estado de destrucción sin precedentes
en la historia de la humanidad; destrucción dolorosa que sensibilizará las conciencias aletargadas y las almas endurecidas. Pero la destrucción será sólo de la forma; y de cuyo fenómeno surgirá una humanidad más espiritualizada.
en la historia de la humanidad; destrucción dolorosa que sensibilizará las conciencias aletargadas y las almas endurecidas. Pero la destrucción será sólo de la forma; y de cuyo fenómeno surgirá una humanidad más espiritualizada.
¿Y por qué habrán de ser necesarios tales acontecimientos en nuestro mundo? Porque, los humanos no hemos vivido dentro de la Ley del Amor y demás leyes naturales, y sí en una constante violación de las mismas, a pesar de las enseñanzas dejadas por los Grandes Enviados de la Divinidad, para enseñar a la humanidad, en las diversas épocas, el modo y manera de una convivencia fraterna liberadora del dolor.
Dentro de la Ley que rige los mundos, existen períodos o ciclos planetarios en los cuales está planificado el desarrollo y progreso evolutivo de las humanidades y de toda manifestación de vida. Cuando la evolución de las humanidades primitivas alcanzan cierto grado de desarrollo intelectual, comienzan a encarnar en cada mundo, seres de gran evolución, que tienen a su cargo el progreso de las humanidades de esos mundos.
Y desde épocas pretéritas, miles y miles de años ha, vienen encarnando en nuestro mundo seres de gran sabiduría y amor, para orientar las civilizaciones por el camino recto de su evolución, y hacernos comprender que son, los valores espirituales los que deben prevalecer sobre los instintos y las pasiones de la carne. No obstante, la humanidad en las diversas épocas ha roto ese equilibrio, consecuencia de lo cual se produjeron grandes catástrofes, con la desaparición de continentes con sus civilizaciones y cultura. Y así, la humanidad ha tenido que comenzar de nuevo en el transcurso de los milenios, con el consiguiente retraso en su evolución.
La Sabiduría Cósmica, que es amor y justicia perfectas, ha concedido a la humanidad de nuestro mundo varias oportunidades para que adoptase el camino verdadero de su evolución. Y en el momento actual que estamos viviendo, hemos llegado ya al final del ciclo planetario que comprende miles de años, en el cual la humanidad de nuestro mundo tenía que haber alcanzado cierto grado de perfección moral, indispensable para mantener el equilibrio psico-cósmico, intelectual-moral.
(continuará)
SEBASTIAN DE ARAUCO