(Viene del número anterior)
EL CONOCIMIENTO
La Verdad de la vida es una sola, cuando vamos penetrando en el campo del conocimiento verdadero, vamos descubriendo nuevos aspectos de esa verdad. Por ello, las fuentes del Conocimiento son muchas y variadas. Y a medida que vamos penetrando en ese amplio campo, nuestro horizonte de la Vida se ensancha más y más, y nos capacita para vivir más en armonía con las leyes que la rigen, así como un más rápido
progreso y evolución.
progreso y evolución.
El conocimiento de las leyes que rigen la vida en sus aspectos espiritual y psicológico (humano), es una necesidad muy apremiante en el mundo desequilibrado de hoy. En la juventud de hoy y aún en la gente madura, son muchos los que ansían conocer el porqué de la vida; el porqué unos sufren y otros no, así como el porqué de las desigualdades humanas. Son muchos también, quienes quieren conocer el objeto de la vida, de dónde vienen y hacia dónde van.
El conocimiento verdadero está viniendo a la Tierra en diversas formas y aspectos: científico, artístico y espiritual. Todos ellos son caminos que conducen al progreso de la humanidad. Y el conocimiento espiritual, tan necesario para un más rápido progreso de la humanidad, está siendo dado de lo Alto a todos los seres y agrupaciones que deseen el bien y el progreso de la humanidad.
Nuevos conocimientos, nuevos conceptos están llegando, que aclararán muchísimas incógnitas y conceptos hasta ahora confusos o difíciles de entender. Porque, la Verdad brilla por sí misma y está al alcance de todos. Penetra en la mente y el alma de quienes la buscan con sinceridad.
Tenemos que comprender y admitir que, como humanos no llegaremos nunca al conocimiento espiritual absoluto, dado nuestras limitaciones humanas; pero, sí podremos llegar hasta donde nuestra capacidad conceptual, nuestro deseo de progreso y nuestro esfuerzo alcancen. Cada uno de nosotros está actualmente en un punto determinado de su evolución, y por tanto, unos podrán comprender más fácilmente que otros, los nuevos conceptos de la Verdad Una.
Los conceptos que vamos dando a conocer, no son definitivos sino básicos para comprender otros conceptos más amplios de la Verdad. Y a medida que vamos avanzando en el conocimiento espiritual con elevación de miras, y a medida que nos esforzamos en incorporar a nuestra vida humana esos conocimientos, iremos recibiendo más luz para comprender mejor, conceptos más amplios de la Verdad Una.
Son muchas las personas que llevan una vida mediocre y pobre en realizaciones, por desconocimiento de los propios recursos internos; recursos enormes que existen en la Conciencia Superior. El paso más trascendental en la vida de toda persona, es aquél en que despierta a la realidad de su existencia superior y descubre sus valores espirituales, esos recursos internos capaces de grandes realizaciones. Y es por medio del conocimiento, que puede efectuarse ese despertar y el conocimiento de sí mismo.
Y así como el colegio es necesario en la infancia para despertar en el niño sus facultades; así el conocimiento adquirido en el estudio de las leyes que rigen la vida, pueden despertar las facultades latentes y aun desarrollarlas, capacitándola para mayores realizaciones y un más rápido progreso. Si bien el conocimiento podrá ayudarnos a encontrar el camino que nos conduzca a la Verdad, no debemos conformarnos con saber más solamente, sino que necesario es incorporarlo a nuestra vida humana. Y sólo así podrá contribuir a nuestro progreso.
Necesario es saber que, todo conocimiento conlleva responsabilidad. Por ello, pongamos en práctica los conocimientos que vamos adquiriendo. Cuando adquiramos un claro concepto de la vida espiritual y lleguemos a convencernos plenamente de que somos entidades espirituales en el plano físico, llamadas a grandes realizaciones, surgirá en nosotros una energía nueva, una fuerza interna desconocida hasta entonces, proveniente del despertar del Ego o Conciencia superior que, con nuestra modalidad de vida materializada, mantenemos adormecida.
Sebastián de Arauco